martes, 4 de diciembre de 2012

EVER READY SUPERÓ A SARMIENTO Y SE CONSAGRÓ CAMPEÓN EN DOLORES

FOTO: COMPROMISO DIGITAL
(Por EL FÚTBOL DE DOLORES) La gloria, ese estado indescifrable que sólo embarga a quienes lo viven de verdad, volvió para instalarse en el corazón de los hinchas de Ever Ready, esos que coparon la tribuna de siempre y latieron a un ritmo que los jugadores fueron transmitiéndoles desde la cancha, poniendo otra vez en la cima a un gigante que no daba una vuelta olímpica desde 2008.
Desde la experiencia y la diferencia que marcó siempre Guillermo Hernando desde la valla, la seguridad de una defensa sólida apoyada en el coraje de Alfredo Díaz, la personalidad de Vallejo, la ubicación de Lucas Speroni y simpleza de Aristóbulo Ramos; la solidaridad de un mediocampo incansable con el trajinar del pibe Federico Lanfranchi, la figura de Jonathan Márquez, la exquisitez de Hugo Moltoni y la irreverencia de Juan Cruz Córdoba; el genio de Franco Gelmini y la lucha incansable de Pablo Coronel, Ever Ready ayer hizo la diferencia para coronarse ante un Sarmiento tibio.
Sergio Irazábal tardó en amalgamar un equipo, pero que dio sus mejores señales cuando las circunstancias así lo demandaron. De a poco y en un torneo largo, las figuras fueron diciendo presente y el conjunto fue equipo. En esa razón talló la gran diferencia de las finales. Ever Ready jugó con once, y Sarmiento tuvo once que nunca se encontraron.
Y si a todo eso, le sumamos que el blanquinegro fue certero a la hora de ponerse en ganancia cuando recién comenzaba la historia, la balanza hizo bien en inclinarse hacia el lado de los de la calle San Martín. Iban 17 minutos cuando Gelmini clavó un zurdazo hermoso desde la puerta del área para el 1 a 0.
Sarmiento jamás se dio cuenta que estaba en una final, y ni siquiera la irresponsable expulsión de Vallejo lo despertó. Jugó casi una hora con un hombre demás, pero nunca hizo valer esa diferencia. Es más, ni se notó. En cambio, Ever Ready multiplicó sus fuerzas, se cubrió bien y el rearme del DT dio sus frutos cuando Jonathan Márquez fue a meterse como primer central.
Ever Ready fue el dueño absoluto de la situación. Manejó los hilos del partido y no le dejó hacer nada a un rival aturdido y sin respuestas, que encima sobre el final sufrió otro golpe cuando el recién ingresado Carlos Márquez robó una pelota por izquierda y se fue a enfrentar al arquero, definiendo cara a cara con la misma soltura y picardía que lo hacía el viejo “Carli”. Telón final para un 2 a 0 que dejó bien en claro cuál era mejor que el otro, y por qué uno estaba condenado al éxito.