(Por MUNDO ASCENSO) El Canario venció al Deportivo Armenio por 2 a 1 con goles de sus delanteros, Luciano Vázquez y Pablo Bueno. A pesar de terminar sufriendo, sumó su cuarta victoria consecutiva como local y se hace fuerte en Jáuregui. El próximo fin de semana recibirá a Temperley en la última fecha del año.
Flandria tiene dos caras desde la llegada de Edgardo Martini: una de local y otra de visitante. En casa, el Canario se hace fuerte y hoy lo demostró en la victoria por 2 a 1 –con sufrimiento incluido- frente al Deportivo Armenio. Así, sumó su cuarto triunfo consecutivo en Jáuregui, todos bajo la conducción del nuevo entrenador. Sin embargo, fuera de casa, lleva la misma racha, aunque con saldo negativo. Le cuesta mucho sumar de visitante.
En el primer tiempo, lo mejor pasó en los extremos de los 45 minutos. En la primera jugada, cuando el cronometro no había llegado a los 30 segundos, el gol sorprendió a los hinchas que todavía se estaban acomodando en las tribunas. Porque Flandria movió del medio, abrió para la derecha y Walter Díaz metió un centro justo para que Luciano Vázquez cabeceara al lugar justo. Desde el vestuario, como se suele decir, el Canario ya ganaba.
En ese lapso, el local parecía más cerca del tercero que del segundo. Porque Armenio no reaccionaba y Flandria era una tromba. Alejandro González pudo estirar la ventaja, pero la pelota se elevó demasiado por sobre el travesaño.
Pero después de los 10 minutos, el visitante se acomodó en el campo de juego y en la segunda llegada a fondo puso las cosas en su lugar. Primera Cáceres se lo perdió de cara a Villa, pero Peralta no perdonó en la siguiente. A empezar de cero.
El desarrollo se emparejó en la mitad de cancha y los desequilibrios individuales marcaban el ritmo del juego. Ahí, el interesante lateral Lolli metió un remate muy cerca del ángulo. Pero el Canario esta vez tuvo la eficacia que tanto sufrió y Pablo Bueno rescató el balón tras una serie de rebotes, poco antes del descanso.
En el segundo tiempo, el equipo de Martini le tiró la responsabilidad a Armenio quien, a pesar de mostrar serias limitaciones en la creación, tuvo el empate en sus manos. Aunque casualmente las manos de Adrián Villa impidieron el objetivo de la visita. El arquero tapó primero con los pies y luego con una volada fotográfica ante Cáceres y Gómez respectivamente. A esa altura, Flandria ya retrocedía peligrosamente, otorgándole espacios en la generación a su rival. Y Cáceres se lo perdió de cabeza solo dentro del área.
En el último tramo del encuentro, Armenio se quedó sin fuerzas a pesar de que estaba cerca del empate. Y los cambios le dieron aire al Canario. Así, estuvo a punto de liquidarlo con una gran jugada individual de Walter Díaz que salió entre dos y metió el pase atrás pero ni González ni Cuevas lograron definir con precisión. Y después Bueno definió mal tras el pase de Cuevas.
En la última, Armenio casi se lleva el premio del empate. Pero Villa, quien terminó siendo la figura, tapó una pelota imposible luego de un cabezazo a contrapierna de Caspary. Hubiese sido muy doloroso.
Flandria tiene dos caras desde la llegada de Edgardo Martini: una de local y otra de visitante. En casa, el Canario se hace fuerte y hoy lo demostró en la victoria por 2 a 1 –con sufrimiento incluido- frente al Deportivo Armenio. Así, sumó su cuarto triunfo consecutivo en Jáuregui, todos bajo la conducción del nuevo entrenador. Sin embargo, fuera de casa, lleva la misma racha, aunque con saldo negativo. Le cuesta mucho sumar de visitante.
En el primer tiempo, lo mejor pasó en los extremos de los 45 minutos. En la primera jugada, cuando el cronometro no había llegado a los 30 segundos, el gol sorprendió a los hinchas que todavía se estaban acomodando en las tribunas. Porque Flandria movió del medio, abrió para la derecha y Walter Díaz metió un centro justo para que Luciano Vázquez cabeceara al lugar justo. Desde el vestuario, como se suele decir, el Canario ya ganaba.
En ese lapso, el local parecía más cerca del tercero que del segundo. Porque Armenio no reaccionaba y Flandria era una tromba. Alejandro González pudo estirar la ventaja, pero la pelota se elevó demasiado por sobre el travesaño.
Pero después de los 10 minutos, el visitante se acomodó en el campo de juego y en la segunda llegada a fondo puso las cosas en su lugar. Primera Cáceres se lo perdió de cara a Villa, pero Peralta no perdonó en la siguiente. A empezar de cero.
El desarrollo se emparejó en la mitad de cancha y los desequilibrios individuales marcaban el ritmo del juego. Ahí, el interesante lateral Lolli metió un remate muy cerca del ángulo. Pero el Canario esta vez tuvo la eficacia que tanto sufrió y Pablo Bueno rescató el balón tras una serie de rebotes, poco antes del descanso.
En el segundo tiempo, el equipo de Martini le tiró la responsabilidad a Armenio quien, a pesar de mostrar serias limitaciones en la creación, tuvo el empate en sus manos. Aunque casualmente las manos de Adrián Villa impidieron el objetivo de la visita. El arquero tapó primero con los pies y luego con una volada fotográfica ante Cáceres y Gómez respectivamente. A esa altura, Flandria ya retrocedía peligrosamente, otorgándole espacios en la generación a su rival. Y Cáceres se lo perdió de cabeza solo dentro del área.
En el último tramo del encuentro, Armenio se quedó sin fuerzas a pesar de que estaba cerca del empate. Y los cambios le dieron aire al Canario. Así, estuvo a punto de liquidarlo con una gran jugada individual de Walter Díaz que salió entre dos y metió el pase atrás pero ni González ni Cuevas lograron definir con precisión. Y después Bueno definió mal tras el pase de Cuevas.
En la última, Armenio casi se lleva el premio del empate. Pero Villa, quien terminó siendo la figura, tapó una pelota imposible luego de un cabezazo a contrapierna de Caspary. Hubiese sido muy doloroso.
