(Por MUNDO ASCENSO) El conjunto de Tandil alcanzó un empate agónico en los 90 minutos (goles de Román Strada para el local y Alcides Miranda Moreira para Sacachispas) y se quedó con el triunfo por 3-1 en la serie desde los doce pasos. Pese a aguantar más de un tiempo en inferioridad numérica, el Lila realizó un partido brillante pero no le alcanzó para continuar en la Copa Argentina.
Los tres compromisos que disputó Santamarina como local en la presente Copa Argentina los definió de la misma manera, una definición por penales. Al igual que en las victorias contra Racing de Olavarría y Deportivo Camioneros, el Aurinegro no pudo superar a Sacachispas durante los 90 minutos (empate 1-1) y apeló a la serie desde los doce pasos para avanzar hacia una nueva instancia de la competencia integradora. Con dos atajadas, Damián Cebreiro fue la figura de la clasificación del conjunto tandilense, que se quedó con el triunfo por 3-1.
Le costó a Santamarina sostener el rendimiento de sus últimas presentaciones en el estadio General San Martín. Los desbordes de Diego Galeano por la punta derecha fue el único argumento que exhibió el conjunto tandilense en el primer tiempo, aunque no tuvo éxito y careció de profundidad para armar una jugada asociada que lo pusiera de cara a César González. Ni siquiera el aliento de sus hinchas sirvió para desequilibrar un encuentro con desarrollo parejo, en el que no se notó la diferencia de categoría. Tampoco influyó la temprana expulsión de Adrián Pelosi, lateral derecho rival, a la media hora de juego. Recién allí, con un cabezazo desviado de Angel Prudencio, el equipo local logró generar la única situación de la etapa.
Pese a militar en la Primera C, Sacachispas salió a jugar con la misma propuesta ofensiva que ofrece habitualmente. Una línea de cuatro defensores, Gonzalo Minguillón como mediocampista central, Leandro Cogrossi y Daniel Cardozo de volantes externos, y tres delanteros: Walter Cuevas, Héctor David Ledesma y Alcides Miranda Moreira. Ni siquiera la salida de Pelosi cambió la idea del equipo dirigido por Gustavo Cisneros, pero el planteo contrastó con la escasa lucidez de sus intérpretes, que estuvieron imprecisos y no inquietaron durante los 45 minutos iniciales.
Al ver que no podía quebrar la paridad, Duilio Botella decidió el ingreso de Cristian Pérez y Martín Michel, dos jugadores con características ofensivas que pudieran oxigenar el ataque de Santamarina. Prudencio volvió a llegar en posición neta para convertir, pero González estuvo rápido de reflejos y mandó su frentazo al córner. La falta de contundencia generó también la entrada de Pablo Vilchez, goleador del Aurinegro en el torneo Argentino A. El atacante tuvo sus posibilidades: primero entró al área con pelota dominada y, presto a definir, recibió el limpio quite de Iván Islas que le impidió rematar; luego, conectó un centro de Galeano y cabeceó al lado del palo derecho. El esfuerzo supremo que realizaron los futbolistas de Sacachispas por mantener la igualdad tuvo sus frutos. Se pararon en su campo y cerraron los caminos de ataque que buscó utilizar Santamarina. Si bien parecía que el equipo visitante se contentaba con llegar a los penales, Alcides Miranda Moreira, a cinco minutos del final, sorprendió a los presentes en Tandil. El delantero aprovechó los espacios, realizó una corrida frenética, eludió a Damián Cebreiro y definió con comodidad. Oportunismo puro para el equipo de Villa Soldati, que abría el marcador en su única llegada. Sin embargo, Santamarina no se dio por vencido. Román Strada avanzó por la punta derecha, enganchó y decretó el empate con un zurdazo inatajable. Esperanza renacida en la parcialidad local, que veía como sus jugadores conservaban el largo invicto en su estadio (15 partidos en la presente temporada). Ariel Possi marcó el final y la historia se definía con una serie de penales.
Allí surgió la figura de Cebreiro, héroe al tapar los remates de Miranda Moreira y Walter Cuevas. Michel, Strada y Federico Azcárate fueron efectivos para darle la victoria al equipo de Tandil, que avanzó hacia la Fase Final II.
