martes, 11 de diciembre de 2012

CUEVAS ANOTÓ UN GOL EN LA DERROTA DE FLANDRIA ANTE TEMPERLEY POR 3 A 2

FOTO: EL CIVISMO 
(Por EL CIVISMO) Otra vez Luis López arruinó a Flandria, uno de los verdugos más notorios de los últimos años del equipo de Jáuregui. El delantero fue la gran figura de la tarde lluviosa en el Carlos V para que Temperley se lleve una victoria muy importante en el Carlos V por 3 a 2. Así, el Canario no se pudo despedir de su gente de la mejor manera.
La lluvia que comenzó a caer por la mañana puso en riesgo el encuentro. "Vamos a hacer lo imposible para jugar el partido. Pero sin locuras. Si aguanta todo el partido, mejor. Si no, veremos hasta dónde aguanta", sostuvo el árbitro Carlos Stoklas antes de la salida de los equipos, que se produjo con algo de retraso porque el micro visitante arribó tarde al Carlos V. Sin embargo, el campo de juego soportó muy bien la abundante cantidad de agua caída en Jáuregui, más allá de algunos sectores donde se formaron charcos.
En un terreno rápido, obviamente sacaron ventajas los livianos y veloces. Así, tras mover desde el medio, los jugadores de Flandria se estaban abrazando en un costado 48 segundos después: Pablo Bueno ganó por la derecha y habilitó a Mariano Barbieri, quien definió de primera pegado al palo y a contrapierna.
El Celeste absorbió el golpe rápido y, con un mediocampo de buen pie, empezó a dominar el balón. Aunque la línea de tres en el fondo no daba demasiadas seguridades. Así, Vázquez metió un cabezazo poco ortodoxo girando en el aire –casi de nuca- que se fue al lado del palo tras el centro de Walter Díaz.
Más allá del buen juego de Miramontes y Gianunzio, la levantada de Temperley se basó principalmente en Luis López, verdugo en cada encuentro del Canario. A los 15, el delantero aprovechó un centro llovido de Pansardi a las espaldas de Díaz y Mussón, para definir de cabeza. Y pasada la media hora de juego, dejó a cuatro en el camino, se la llevó con mucha fortuna y habilitó a Andrés Montenegro, quien no perdonó: con una mediavuelta de zurda, la clavó contra el palo de Villa para dejar de lado su poca participación. Respetuoso de su pasado, el "Lobo" no lo gritó.
Los roles estaban bien claro: Temperley jugaba con la pelota a ras del piso, mientras que Flandria iba como podía, abusando casi siempre en los pelotazos. Más allá de los métodos, ambos generaron un par de situaciones. Walter Díaz cabeceó al lado del palo tras una mala salida lejana del arquero Medina. Y del otro lado,  Mayola por la misma vía estuvo cerca de marcar en contra de su arco, pero apareció González para salvar sobre la línea.
En el entretiempo, Edgardo Martini movió rápidamente las fichas y el equipo tuvo un cambio de actitud de 180 grados. Abrió bien las bandas con Bravo y Cuevas (salieron Barbieri –lesionado- y Bruno), mientras que González se paró en el medio con Abal, que levantó su nivel tras un primer tiempo muy impreciso. Y el empate llegó rápidamente: el "Perrito" probó desde lejos, el pique complicó al arquero que dio rebote y Cuevas de cabeza la empujó al fondo del arco. Con el vendaval y cuando la lluvia volvió a adueñarse del Carlos V, Flandria estuvo cerca de ponerse en ventaja otra vez. Pero Bravo cabeceó afuera tras una buena jugada colectiva entre González, Bueno y Cuevas. Mientras que Vázquez se lo perdió abajo del arco solo.
Cuando el Canario parecía cerca del tercero, otra vez López desactivó todas sus intenciones. El 10 apareció con demasiada comodidad dentro del área, controló el balón y definió con aplomo ante la salida de Villa para establecer el 3-2. Lo pudo haber empatado Vázquez, pero no era la tarde del delantero y Lucas Montero entró a jugar de 9 para aprovechar alguno de los pelotazos que caían sobre el área de Medina. Sin embargo, la tarde gris fue del Celeste.