martes, 25 de septiembre de 2012

CUEVAS MARCÓ SU PRIMER GOL DE LA TEMPORADA Y FLANDRIA GANÓ

(Por EL CIVISMO) Inesperado final se vivió en el estadio Francisco Urbano. Porque Flandria perdía por 2 a 1 ante el Deportivo Morón cuando el reloj ya había llegado a los 45 minutos del segundo tiempo. Ya casi no quedaban esperanzas y el técnico Ariel Ercoli tenía los segundos contados en el banco. Sin embargo, una ráfaga terminó salvando al Canario y el pellejo del DT. Así, el conjunto de Jáuregui consiguió un triunfo vital por 3 a 2 que significó no solo el primero del campeonato sino un poco de aire para el técnico. Gabriel Fernández no estuvo ni en el banco de suplentes. 
Poco orden. Poco fútbol. Así fue el primer tiempo, donde los dos se prestaron la pelota hasta el hartazgo. Parecía un pinball. Morón arrancó un poco mejor plantado en el mediocampo, aunque enseguida Flandria balanceó el juego. Sin embargo, la actitud y las ganas se imponían sobre el criterio para superar las firmes defensa. 
Con el 4-4-2, el Canario ganó en solidez en la última línea, con Hernán Bruno y Ezequiel Abal cortando los circuitos creación. Mientras que Mariano Barbieri era el más activo para sumarse a los dos tanques de ataque.
El equipo de Daniele llegó primero con un remate complicado de Rodríguez Pagano que Villa entregó rebote y un defensor llegó a despejar. Luego, en una contra, Damián Akerman aprovechó que la defensa quedó mal parada, se escapó por derecha y buscó el arco mordido; cuando ingresaba Martínez para empujarla, Mussón apareció para salvar su arco. 
Flandria fue más eficiente. Porque se puso en ventaja casi sin haber pateado al arco. El único antecedente de peligro fue un remate de Abal que se fue por arriba del travesaño. Pero a los 29 minutos, Walter Bravo ejecutó con maestría un tiro libre (tal vez contagiado con el 10 que llevó en la espalda) y la colgó del ángulo de lejos, cuando todos esperaban el centro. Enseguida, el visitante tuvo el segundo tras una gran jugada de Barbieri, pero Vázquez tardó un segundo demás para definir y Migliardi se quedó con el balón.  
Para colmo, a los 36 llegó el empate. Y fue una síntesis de lo que fue el primer tiempo. Mariano Messera (ex Gimnasia La Plata y San Lorenzo) metió el centro al corazón del área, Villa salió mal con los puños, González cabeceó, la pelota dio en el travesaño y Otermín solo la tuvo que empujar. 
En el comienzo del segundo tiempo, el Gallito se puso en ventaja a través de la misma vía. Los rebotes. Porque Cabrera quiso sorprender a Villa desde lejos, la pelota se desvió en el camino y Akerman definió de cara al arquero. 
Con la ventaja, el local se recostó en su terreno y apostó por una contra para liquidar el partido ante la desesperación de su rival. Entonces, el partido se abrió, se hizo vertiginoso. Migliardi se lo tapó a Bueno, mientras que Villa hizo lo propio ante Akerman. 
Sin embargo, en los últimos 20 minutos, Morón prácticamente resignó el ataque tras la expulsión de Martín Granero, por una infracción sobre Barbieri. Y Ercoli tiró las últimas balas que le quedaban en la recámara: adentro Cuevas y Lousa. Pero la superpoblación en el ataque no fue demasiado efectiva. Incluso, Akerman tuvo otra situación clarísima y Villa se lució. 
Pablo Bueno avisó con un cabezazo, pero apareció la figura salvadora de Rodríguez Pagano para despejar la pelota sobre la línea. El árbitro Lupani adicionó cuatro minutos más y llegó la hazaña. Primer Walter Cuevas recuperó un rebote dentro del área y puso el empate. Y a los 47, Barbieri armó una jugada para colgarla en un cuadro, enganchó para su pierna más hábil y la clavó en el ángulo para establecer el 3 a 2 final. Impensado.