(Por LA CAPITAL) Pudo golear y terminó pidiendo la hora. En definitiva, Kimberley se impuso 3-2 a Juventud Unida de General Madariaga en su presentación en el Torneo del Interior de Fútbol en un partido correspondiente a la segunda fecha de la zona 13.Más allá de lo estrecho del resultado, el equipo marplatense marcó una superioridad futbolística nítida. Pero casi paga caro la sensación de tener el partido en el bolsillo.
La primera media hora fue la más problemática para Kimberley. En esa porción de partido asumió la iniciativa, pero no tuvo demasiada profundidad. Diego Alvarez y Otemuro arrancaron contenidos y los costados se utilizaron poco. Entonces hubo una dependencia de los encuentros por el centro de Federico Moreira e Insaurralde, la dupla de oro de San José hace algunos años. Moreira, tras pase de su socio, estuvo a punto de abrir el marcador a los 5' pero Nabarro le tapó el mano a mano.
No pasó casi más hasta los 28'. Entonces Juventud Unida tuvo la mala idea de cortar con una falta de frente al arco un ataque local. Y Moreira hizo gala de su exquisita pegada y colgó la pelota de un ángulo para el 1-0.
Ahí se abrió el partido. Kimberley fue a buscar el segundo con decisión y paulatinamente fue abriendo por los costados la brecha que buscaba. El travesaño devolvió un remate fortísimo de Insaurralde a los 37'. Seis minutos después el "9" no perdonó. Tras una buena jugada colectiva, Corti envió un centro desde la izquierda y, con un frentazo cruzado, Insaurralde lo conectó para dejar sin chances a Nabarro.
Si el final del primer tiempo había sido muy bueno para el equipo local, el inicio del complemento fue todavía mejor. Ahí tuvo quince minutos que resumen un poco el ideal de equipo. Vocación de ataque, mucha agresividad para recuperar la pelota, juego y profundidad con la trepada de los dos marcadores de punta. Antes del tercero, convertido a los 12' por De Hoyos (sólo tuvo que adelantar el pie para desviar hacia el arco un tiro libre-pase de Moreira), Kimberley tuvo tres oportunidades claras para convertir, todas frustradas por el arquero marplatense Nabarro.
Por entonces, los volantes de Juventud Unida miraban de atrás cómo jugaban los de Kimberley. Y la sensación generalizada era que el equipo local podía ganar hasta por un par de goles más que ese 3-0 parcial.
Sin embargo, Serfaty ganó en el área de cabeza, Morata dio rebote y en la segunda jugada Fortunato le cometió un penal discutido a Iván Dragojevich. El delantero lo cambió por gol y achicó la brecha.
De todas formas, Kimberley siguió atacando y también dilapidando oportunidades. Barros, una vez que reemplazó a Insaurralde, buscó empecinadamente su gol y el golpe de nocaut, que se veía venir, no llegó.
Juventud Unida, con los toques de Iván Dragojevich, los tiros libres de Valverde y la presencia de Serfaty en el área, no se rindió. Y a los 38' el interminable goleador capitalizó un rebote en Morata originado por un cabezazo suyo y le puso un poco de angustia al final.
Kimberley mostró las uñas, pero terminó más apretado de lo que merecía. Por confiado nomás. En definitiva, se llevó los tres puntos. Y también una buena lección para el futuro.
La primera media hora fue la más problemática para Kimberley. En esa porción de partido asumió la iniciativa, pero no tuvo demasiada profundidad. Diego Alvarez y Otemuro arrancaron contenidos y los costados se utilizaron poco. Entonces hubo una dependencia de los encuentros por el centro de Federico Moreira e Insaurralde, la dupla de oro de San José hace algunos años. Moreira, tras pase de su socio, estuvo a punto de abrir el marcador a los 5' pero Nabarro le tapó el mano a mano.
No pasó casi más hasta los 28'. Entonces Juventud Unida tuvo la mala idea de cortar con una falta de frente al arco un ataque local. Y Moreira hizo gala de su exquisita pegada y colgó la pelota de un ángulo para el 1-0.
Ahí se abrió el partido. Kimberley fue a buscar el segundo con decisión y paulatinamente fue abriendo por los costados la brecha que buscaba. El travesaño devolvió un remate fortísimo de Insaurralde a los 37'. Seis minutos después el "9" no perdonó. Tras una buena jugada colectiva, Corti envió un centro desde la izquierda y, con un frentazo cruzado, Insaurralde lo conectó para dejar sin chances a Nabarro.
Si el final del primer tiempo había sido muy bueno para el equipo local, el inicio del complemento fue todavía mejor. Ahí tuvo quince minutos que resumen un poco el ideal de equipo. Vocación de ataque, mucha agresividad para recuperar la pelota, juego y profundidad con la trepada de los dos marcadores de punta. Antes del tercero, convertido a los 12' por De Hoyos (sólo tuvo que adelantar el pie para desviar hacia el arco un tiro libre-pase de Moreira), Kimberley tuvo tres oportunidades claras para convertir, todas frustradas por el arquero marplatense Nabarro.
Por entonces, los volantes de Juventud Unida miraban de atrás cómo jugaban los de Kimberley. Y la sensación generalizada era que el equipo local podía ganar hasta por un par de goles más que ese 3-0 parcial.
Sin embargo, Serfaty ganó en el área de cabeza, Morata dio rebote y en la segunda jugada Fortunato le cometió un penal discutido a Iván Dragojevich. El delantero lo cambió por gol y achicó la brecha.
De todas formas, Kimberley siguió atacando y también dilapidando oportunidades. Barros, una vez que reemplazó a Insaurralde, buscó empecinadamente su gol y el golpe de nocaut, que se veía venir, no llegó.
Juventud Unida, con los toques de Iván Dragojevich, los tiros libres de Valverde y la presencia de Serfaty en el área, no se rindió. Y a los 38' el interminable goleador capitalizó un rebote en Morata originado por un cabezazo suyo y le puso un poco de angustia al final.
Kimberley mostró las uñas, pero terminó más apretado de lo que merecía. Por confiado nomás. En definitiva, se llevó los tres puntos. Y también una buena lección para el futuro.
