lunes, 22 de marzo de 2010

JUV. UNIDA (VERÓNICA) 0 - 0 DEP. COREANO (LOBOS)

(Por EL SUPLENTE) En una tarde desapacible y pasada por agua en Verónica, Juventud y Coreano de Lobos brindaron un buen espectáculo, igualando justificadamente en un partido vibrante, intenso, emocionante y cambiante al cual solo le falto el gol. Una buena concurrencia de ruidosos seguidores canarios que le pusieron calor y color a una tarde gris en el comienzo del otoño.
El local presentó la única variante obligada, debido a la suspensión de Castelli, por el cual ingresó Hernández a la zona derecha del mediocampo.
El Canario salió a jugar con el habitual 4-4-2 de Melo: Herrera; Vázquez, Parrota, Stier, Quintana; Hernández (Díaz Arin), Ríos(C), Arzer, Fuscaldo(Surza); López y Martinotti.
La visita que concentró en la vecina localidad de Pipinas y presentó una llamativa infraestructura, sin jugadores suspendidos, se inclinó por un 3-4-1-2, el esquema predilecto de Philipp, que paró a: Maidana; Rolón, Masotto, Javier Gómez; Walter Gómez(Moreira), Santos(C), López, Martínez (Mouzo); Lagoria; Yegros y Rodríguez.
Ambos comenzaron atacando a fondo. Primero Maidana le tapó el gol a Martinotti y después entre Walter Gómez y Yegros (los mejores de Coreano) se perdieron su chance.
El Tricolor manejó las acciones abriendo rápido el juego hacia sus carrileros de la mano de Lagoria, el enganche, y de Santos, su capitán, pero pocas veces pudo inquieta, porque el trabajo defensivo de Juventud Unida fue muy bueno, controlando cada uno de los embates del equipo lobense y estando agazapado para contragolpear en cualquier momento vía la dupla Nani-Marti.
Pero faltaron nexos, con casi todos abocados a la recuperación, hubo poco contacto entre Arzer y Fuscaldo, que se iría reemplazado en el primer tiempo. Además, la escasa salida por las bandas hizo que todo dependa demasiado de los atacantes.
Como un remate de media distancia de Martinotti, que se fue cerca por arriba del arguero, tras jugada personal, el Canario volvió a llegar, pero su mejor versión bajo la lluvia se pudo ver en el último cuarto de hora inicial, dominando por completo a su rival, maniatándolo, ganando todas las pelotas divididas, tapándole a los creativos, empujando y arrinconándolo, sin tanto fútbol pero con muchas ganas y amor propio.
Destacándose toda la tarea de la defensa, sobre todo Quintana y Stier, impasables en la marca, junto a Parrota, anularon por completo al 9 goleador Rodríguez. Un león en la mitad fue Abel "Luli" Ríos, que se cansó de robar balones y derrapar en campo resbaladizo, dejando el alma en la cancha.
También hay que destacar la incansable colaboración de Arzer y Hernández, que fue de menor a mayor en su trabajo, el buen ingreso del salteño David Surza, quien entró para crear juego pero ayudó y mucho en la recuperación del balón.
A ello se debe resaltar la tarea de los delanteros, que ganaron y perdieron contra la línea de tres defensas presentada por Coreano, pero corrieron todas, lucharon y batallaron contra el fondo rival, generándole algún dolor de cabeza gambeteando y desbordando.
El comienzo del segundo volvió tener al visitante (cambio el juego completo de pilcha) como protagonista y esta vez sí que merodeó la apertura del score, generando tres chances en 5 minutos.
Una contra veloz terminó con un disparo de Lagoria, que hizo lucir al Mono Herrera; después un corner que Santos cabeceó limpito y Arzer evitó el tanto en la línea, y un fuerte remate de Yegros que generó el rebote corto del golero, entrando Walter Gómez a la carrera y marcando el gol en posición adelantada.
Pasó el temblor para Juventud, que se volvió a acomodar en el campo y emparejo el trámite. El Canario respondió rápido con Martinotti, que, a la salida de un lateral, exigió la respuesta de Maidana.
La más clara del local la tuvo Hernán López, tras una peinada fantástica de Surza que lo dejó cara a cara con Maidana. Pero Nani, en su afán por gambetearlo hacia fuera, perdió ángulo y elevó el remate cuando todos ya lo gritaban en el Meabe.
Otra vez la misma combinación para el anfitrión lo dejó cerca del gol. Gran jugada de Surza por izquierda, entrando al área, metió un fuerte buscapié que López abajo del arco no pudo empujarla a la red.
La visita iba a volver a avisar con sus ligeritos, aprovechando el achique excesivo de la última línea canaria. Un choque entre la dupla central local dejó mano a mano a delantero de Coreano con Herrera, que resolvió bárbaro.
Y fue otra vez el Mono quien le ganó el duelo a Walter Gómez, que lo quiso eludir, después tomó el rebote, colocó el remate al palo mas lejano del arquero, que estaba volviendo desesperado, y el balón se fue muy cerca y pidiendo permiso.
De ahí hasta el final hizo mella el cansancio. LLegaron las variantes que poco pesaron en el juego. Philipp las hizo faltando 10 minutos, la última Oporto (defensor) por Rodríguez (delantero) habló a las claras que el empate no le caía nada mal al DT.
Y por el lado Canario, Díaz Arin no entró en sintonía, ni tampoco le quedó ninguna chance clara para definir en el cuarto de hora final que Melo lo mandó a la cancha.
Ya sobre el final, el terreno, que se la bancó muy bien, presentó algunos charcos hicieron muy difícil jugar y generar peligro. Todos fueron quites, rechazos, pelotas disputadas y mucha lucha en el mediosector, con un tramite equilibrado y un arbitro platense Arreyes, que alternó buenas con malas decisiones, redondeando una regular tarea.
Asi se fue el encuentro, con Juventud aplaudido por la entrega total de sus muchachos. En el primer chico de 90 minutos no se sacaron diferencias, pudo ser para cualquiera de los dos, pero el empate fue lo más justo.
La historia se definirá en la cancha del Deportivo Coreano de Lobos, para saber quién accederá a 4tos de final del Argentino C
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